Gea caminó hacia Mario, su chico de siempre, con la cabeza baja, cargando con la agonía que le provocaban sus constantes desprecios a  su manera de vestir, de hablar, de sentir y hasta de respirar. Se dijo, que ella no valía la pena y que Mario tenía razón cuando le decía: “no eres más que una mierda”. Sin embargo, en ese momento, en ese preciso instante, al levantar la vista y detenerse en su mirada observó que en esos ojos no había  amor. Y, por primera vez, sintió que  él no la merecía, que esa relación no era buena. Gea giró sobre sus pasos tomando un nuevo  rumbo; se alejaba convencida de que, a partir de ese momento, intentaría querer más a la chica guay que siempre había sido.

¿Tú, alguna vez has sentido como  Gea? Quizá, también te has dicho que no eres una persona guapa, lista, admirable. O sencillamente, te sientes fatal porque no te ha tocado la buena vida que desearías. Estas percepciones sobre lo que eres pueden complicarse aún más si encima tropiezas con relaciones de amistad y de pareja que  desprecian y desvalorizan tu manera de ser.

Si te miras de forma negativa, desarrollaras sentimientos como  inseguridad, vergüenza, miedo, dolor, culpa,  que afectará a tu autoestima.  Una baja  autoestima provoca  que te valores y quieras poco. También puede llevarte  a ser una persona más vulnerable frente a situaciones  de violencia (física, psicológica, acoso,  etc.).

En cambio, si tu autoestima va bien, te tratarás con respeto, atenderás a tus necesidades y defenderás tus derechos. Podrás reconocer y aceptar todas tus características: físicas, emocionales, deseables y no deseables, positivas y negativas. Serás capaz de querer pero, al mismo tiempo, cuestionar a aquellas personas y situaciones que no te parezcan correctas. Reconocerás todo esto como un bloque que te hace un ser único e importante.

Es necesario que de vez en cuando te preguntes: ¿Cómo te ves? ¿Cómo te sientes ? ¿Cuánto de Mario o de Gea tienes?. Tus respuestas serán el termómetro que  te permitirá saber cómo está tu autoestima. Indaga si te sientes una persona orgullosa de cómo eres, si te gustas y calificas bien cada logro obtenido. Mírate y observa si descalificas tus cualidades y habilidades,  si permites que te agredan y humillen. Tus respuestas servirán para valorar qué pasa con tu vida y a partir de ahí plantearte nuevos retos.

Si al evaluarte, encuentras que el termómetro de tu autoestima está en negativo, entonces mira dentro de ti para no perder de vista tus cualidades y apreciar el gran valor que tienes.