«Pese a los avances en la educación, el mundo sigue siendo un lugar violento y discriminatorio para las niñas»

Por Redacción Amecopress

25 años después de la histórica conferencia de Beijing sobre la mujer, la violencia contra las mujeres y las niñas no solo es frecuente, sino que se acepta

Madrid, 4 mar. 20. AmecoPress. – Cada vez es mayor el número de niñas que van a la escuela y permanecen en ella, pero los grandes avances logrados en materia de educación no han contribuido a crear un entorno más equitativo y menos violento para las niñas, según han advertido hoy en un nuevo informe UNICEF, Plan International y ONU Mujeres.

El informe, publicado en vísperas del 64º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, señala que el número de niñas que no asisten a la escuela ha disminuido en 79 millones en las últimas dos décadas. De hecho, en los últimos diez años las niñas han tenido más probabilidades que los niños de asistir a la escuela secundaria.

Sin embargo, la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo habitual. En 2016, por ejemplo, las mujeres y las niñas constituían el 70% de las víctimas de trata detectadas en todo el mundo, la mayoría de ellas con fines de explotación sexual. Es sorprendente que una de cada 20 niñas de 15 a 19 años–alrededor de 13 millones– haya sufrido un acto de violación en su vida, una de las formas más violentas de abuso sexual que pueden sufrir las mujeres y las niñas.

“Hace 25 años, los gobiernos del mundo asumieron un compromiso con las mujeres y las niñas, pero solo han cumplido parcialmente su promesa. Aunque la comunidad internacional ha demostrado la voluntad política necesaria para enviar a muchas niñas a la escuela, ha fracasado vergonzosamente a la hora de dotarlas de las aptitudes y el apoyo que necesitan no solo para labrarse su propio futuro, sino para vivir con seguridad y dignidad”, afirma la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. “El acceso a la educación no es suficiente, debemos también cambiar los comportamientos y las actitudes hacia las niñas. La verdadera igualdad solo llegará cuando todas las niñas estén a salvo de la violencia, sean libres de ejercer sus derechos y puedan disfrutar de las mismas oportunidades en la vida”.

El informe, A New Era for Girls: Taking stock on 25 years of progress (Una nueva era para las niñas: balance de 25 años de progreso), se ha publicado como parte de la campaña Generación Igualdad, así como para conmemorar el 25o aniversario de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, un plan histórico para promover los derechos de las mujeres y las niñas.

“Es esencial que recordemos a los gobiernos su obligación de rendir cuentas de su compromiso con la histórica Declaración de Beijing, y este informe presenta la situación de las mujeres del mundo 25 años después”, declara la directora general de Plan International, Anne-Birgitte Albrectsen. “Las niñas adolescentes, en particular, sufren una mayor discriminación debido a su edad y género. También siguen estando marginadas en sus comunidades y en los espacios donde se toman las decisiones, y son en gran medida invisibles en las políticas gubernamentales. El empoderamiento de las adolescentes produce un triple beneficio social: para las niñas de hoy, para las adultas en las que se convertirán y para la próxima generación de niños. Si no lo comprendemos y no ponemos fin a la discriminación a la que se siguen enfrentando las niñas en todo el mundo, tendremos pocas posibilidades de alcanzar las ambiciones de igualdad de género establecidas en la Agenda 2030”.

“Desde la Conferencia de Beijing en 1995, cuando surgió un enfoque específico sobre los temas relacionados con las niñas, hemos escuchado cada vez más a las niñas hacer valer sus derechos y pedirnos cuentas. Sin embargo, el mundo no ha cumplido con sus expectativas en cuanto a una administración responsable del planeta, la erradicación de la violencia y sus esperanzas de independencia económica”, asegura la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka. “Mientras las mujeres y las niñas tengan que emplear el triple de tiempo y energía que los hombres en las tareas domésticas, la igualdad de oportunidades para que las niñas completen su educación y encuentren buenos trabajos en un entorno seguro seguirá estando fuera de su alcance. Por el bien de todos eso tiene que cambiar, y garantizar que las habilidades que se enseñan a las niñas sean las adecuadas para los nuevos trabajos tecnológicos y digitales del futuro, y que acabe que la violencia contra ellas”.

Las niñas de hoy en día corren un riesgo alarmante de sufrir violencia en todos los entornos –tanto online como en el aula, el hogar y la comunidad–, lo que conlleva consecuencias físicas, psicológicas y sociales. El informe señala que las prácticas nocivas como el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina siguen alterando y dañando las vidas y el potencial de millones de niñas en todo el mundo. Cada año, 12 millones de niñas se casan cuando son niñas y 4 millones corren el riesgo de ser sometidas a mutilación genital femenina. A nivel mundial, las niñas de 15 a 19 años de edad tienen las mismas probabilidades que los niños de la misma edad de justificar el maltrato de un hombre a su esposa.

En el informe también se señalan tendencias negativas para las niñas en materia de nutrición y salud, muchas de las cuales eran inimaginables hace 25 años. Por ejemplo, la globalización, el cambio de la alimentación tradicional por alimentos procesados y poco saludables y la rápida expansión de técnicas de comercialización agresivas dirigidas a los niños, han dado lugar a un mayor consumo de alimentos poco saludables y de bebidas azucaradas. Esto ha contribuido a un aumento del sobrepeso y la obesidad en la infancia y la adolescencia. Entre 1995 y 2016, la prevalencia del sobrepeso en las niñas de 5 a 19 años de edad casi se ha duplicado, pasando del 9% al 17%, y esto ha dado lugar a que el número de niñas con sobrepeso sea casi el doble en la actualidad (155 millones) que en 1995 (75 millones).

Al mismo tiempo, en los últimos 25 años se ha observado una creciente preocupación por los trastornos psicológicos, causados a menudo por el uso excesivo de las tecnologías digitales. En el informe se señala que el suicidio es actualmente la segunda causa de muerte entre las adolescentes de 15 a 19 años, superada únicamente por las patologías maternas. Las niñas también siguen corriendo un alto riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, ya que 970.000 adolescentes de 10 a 19 años de edad viven actualmente con el VIH, en comparación con las 740.000 que había en 1995. Las adolescentes de 10 a 19 años siguen representando alrededor de 3 de cada 4 nuevas infecciones entre los adolescentes de todo el mundo.

En el informe se pide que se adopten las siguientes medidas:

- Celebrar y ampliar las oportunidades para que las niñas de todos los orígenes geográficos y éticos, y niveles de ingresos y de condición social, se muestren audaces y ambiciosas para convertirse en agentes en favor del cambio y en creadoras de soluciones, aportando sus voces, opiniones e ideas en diálogos, plataformas y procesos que se relacionen con sus cuerpos, sus comunidades, su educación y su futuro.

- Aumentar las inversiones en políticas y programas para ampliar los modelos prometedores que aceleran el progreso para las adolescentes y con ellas, en consonancia con la realidad del mundo actual, incluido el fomento de sus aptitudes para la cuarta revolución industrial y un movimiento generacional para poner fin a la violencia de género, el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina.

- Aumentar las inversiones en la producción, el análisis y la utilización de datos e investigaciones de alta calidad desglosados por edad y sexo en esferas en que los conocimientos son limitados, como la violencia de género, la adquisición de aptitudes para el siglo XXI, la nutrición de los adolescentes y la salud mental.

Foto: Cedidas por UNICEF España

 

Las mujeres con VIH sufren más violencia

Madrid, 04 marzo. 2020. AmecoPress.- Las personas con VIH son víctimas con mayor frecuencia de abusos y las mujeres más, según alerta un estudio realizado por un equipo de investigadores e investigadoras del Hospital Vega Baja de Orihuela, del Hospital General Universitario de Elche, del Hospital Universitario de Elda y de la Fundació per al Foment de la Investigació Sanitària i Biomèdica de la Comunitat Valenciana (Fisabio). El estudio ha sido realizado con 94 pacientes, de los cuales el 24,4% de personas ha sufrido violencia intrafamiliar y el 31,4% de las mujeres son víctimas de violencia de género, con una incidencia superior a la de los hombres (23,7%) y una mayor duración en el tiempo (hasta los 36 meses).

Los datos de este estudio del Hospital de Orihuela reflejan la tendencia de violencia hacia las mujeres en todo el mundo. Globalmente el 35% de las mujeres ha sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida. ONUSIDA señala que, en algunas regiones, las mujeres que son víctimas de la violencia tienen un 50% más de probabilidades de contraer la infección por el VIH. Las mujeres con VIH, tienen un factor de riesgo añadido para la violencia y, según el estudio de Gielen de 2005, tienen peores indicadores de salud mental cuando sufren situaciones de violencia. Además, según ONU Mujer, existe una significativa amenaza de que se reviertan los logros feministas: “A día de hoy, ningún país puede pretender alcanzar la igualdad de género. Hay una serie de obstáculos que permanecen sin cambios en la legislación y en la cultura”.

“El Pacto de Estado contra la violencia de género no recoge las necesidades específicas de protección de las mujeres con VIH”, reclama Carmen Martín, portavoz de la Comisión de Mujeres de CESIDA y coordinadora de la Asociación Ciudadana Cántabra Antisida (ACCAS). “El nuevo escenario político amenaza los derechos de las mujeres y no podemos permitirnos dar ni un paso atrás en igualdad.”

“Pedimos a Irene Montero y al Ministerio de Igualdad una respuesta unánime a todas las formas de violencia”, reivindica Carmen, en nombre de la Comisión de Mujer de CESIDA, “Las mujeres y las niñas sufren múltiples formas de violencia en el hogar y en espacios públicos. También es violencia la exclusión social, no tener acceso a una sanidad universal real, que las mujeres migrantes con permiso de residencia no puedan tener acceso al tratamiento antirretroviral o que se den cifras de mayor insatisfacción sexual en mujeres seropositivas”.

Para hablar de las formas de violencia feminizada la organización ACCAS ha colaborado en organizar en Santander esta semana varias representaciones de los “Monólogos de la Vagina”, que dan voz a más de 200 entrevistas realizadas a mujeres sobre su sexualidad, su placer, situaciones de abuso y violencia en menores y adultas, mujeres trans, etc. “También hay monólogos felices que hablan del clítoris como órgano destinado únicamente al placer y con unas 8.000 terminaciones nerviosas. Un ‘botón de placer’”, comenta Carmen, al frente de este proyecto.

Las cifras publicadas por la Organización Mundial de la Salud muestran que más de la mitad de las mujeres europeas tienen un diagnóstico tardío del VIH, lo que significa que se detecta cuando su sistema inmunitario está más debilitado, lo que afecta también a su calidad de vida posterior. Además de diagnosticarse más tarde, un estudio publicado en Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes y recogido por GTT (Grupo de Trabajo sobre tratamientos del VIH) expone que las mujeres mayores con el VIH tendrían un peor estado físico y una peor calidad de vida que los hombres con el VIH de edades similares. Sin embargo, estas mujeres presentaban mejores datos clínicos que los hombres, pero influye negativamente el rol de cuidadoras de las mujeres en su estado de salud.

“En sintonía con las conclusiones del artículo, consideramos que los gestores del sistema sanitario y quienes desarrollan las políticas sociales deben tener en cuenta el gran reto de atender a las necesidades de envejecimiento de las personas con el VIH”, reivindican las integrantes de la Comisión de Mujeres de CESIDA.

Foto: Algunas de las mujeres que participan en la Comisión de Mujeres CESIDA / CESIDA.

El 016 atenderá a las víctimas de todas las formas de violencia

Por Gloria López

Madrid, 06 marzo. 2020. AmecoPress.- La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha comparecido ante los medios de comunicación este jueves 05 de marzo en la sede del Ministerio de Igualdad. En su balance, ha prestado especial atención a las mujeres mayores víctimas de violencia de género, además de enfatizar en la necesidad de no vincular la denuncia únicamente a la vía penal. Además ha anunciado mejoras en el servicio telefónico del 016 de atención a víctimas de violencia machista con el objetivo de que atienda llamadas relacionadas con «todas las formas de violencia contra las mujeres» y para que sus trabajadoras dejen de ser consideradas teleoperadoras.

En la rueda de prensa Rosell ha explicado que el Ministerio de Igualdad ya tiene preparados los pliegos del concurso público de licitación para adjudicación del 016 con una «mejora sustancial», para sustituir al actual que vence en junio (aunque es probable que haya retraso).

Uno de los avances principales es que el teléfono incluirá no solo la violencia dentro de la pareja o expareja, sino también la violencia sexual, mutilación genital femenina, matrimonio forzoso, acoso laboral y trata con fines de explotación sexual, en cumplimiento con el Convenio de Estambul.

Para mejorar este servicio, el Gobierno ampliará la dotación económica del contrato del teléfono 016 hasta los 1,9 millones de euros, de los cuales, la mayor parte irán destinados a contar con más personal, entre las que habrá más efectivos con «perfil de psicología», y a mejorar también las condiciones laborales de las personas que trabajan en este servicio –ña mayoría mujeres-. Así, se exigirá la aplicación del convenio de Intervención y Acción Social y no el de call center –que rige en estos momentos-. «Hay que cuidar a quién cuida», ha dicho Rosell.

En paralelo a la atención en el teléfono 016, se creará un chat on line para facilitar el contacto con las mujeres jóvenes y adolescentes, que «son más propicias a las nueva tecnologías que a llamar», y también se adaptará el chat a personas con discapacidad visual.

Los pliegos contemplan dar mayor puntuación a las empresas que promuevan medidas por la conciliación y contra el acoso y exigirán que sean empresas ubicadas en el territorio nacional.

Rossell, que ha comenzado condenando en nombre de todo el Gobierno el asesinato machista de Concepción, una mujer de 67 años en Posada, Córdoba, ha dicho que el Ministerio de Igualdad está trabajando para ampliar la cobertura a mujeres mayores de 65 años que sufren violencia de género, pues son las que menos denuncian y las que más años la aguantan antes de verbalizarla, según un estudio presentado en diciembre por la Delegación del Gobierno contra la violencia de género. «Faltan políticas activas» para ellas, ha denunciado.

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género ha informado que ese será uno de los temas centrales que quiere tratar en la próxima Conferencia Sectorial de Igualdad. Otro de los asuntos que se abordarán será el llamado título habilitante, es decir, el reconocimiento oficial de las víctimas más allá de que denuncien. Este mecanismo, necesario para acceder a determinadas ayudas y derechos, ya está en vigor, pero todavía es poco conocido y no se ha dotado de los recursos necesarios para su implementación, por lo que se revisará en la próxima reunión con las comunidades autónomas.

El objetivo es que la atención y protección de las mujeres víctimas «no dependa solo» del proceso policial y judicial, sino que pueda producirse si «verbaliza» su situación ante los servicios sociales, sanitarios y especializados. Esto es importante para todas las mujeres, pero especialmente para quienes viven en el mundo rural.

Foto: Archivo AmecoPress.

Carta de la hija de Ana Orantes 20 años después del asesinato de su madre

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Raquel Orantes, la hija de Ana Orantes, homenajea a su madre con una carta en la que recalca la importancia de su caso en la lucha contra la violencia machista

Hace 20 años de la muerte de Ana Orantes, la mujer que acudió a Canal Sur a denunciar que su marido la maltrataba y que fue asesinada trece días después.

Por este motivo, su hija Raquel Orantes le dedica esta emotiva carta:

Hola, mamá.

Te escribo en la distancia y pasado el tiempo, pero con la esperanza de que mis palabras lleguen de alguna manera a ti.

Hace ya 20 años que te arrancaron de nuestras vidas. Un desgraciado 17 de diciembre que ha marcado nuestras vidas de tu ausencia y ha llenado de lágrimas cada día. Me gustaría decirte que tu testimonio, ese con el que rompiste un silencio para denunciar un matrimonio de más de 40 años de maltrato, ha quedado marcado en la memoria de un país que hoy en día te recuerda; que muchas mujeres ven reflejado su dolor en tu dolor; que gracias a ese acto de valentía impulsaste, por fin, la creación de una ley integral contra la violencia de género; y que, en muchos casos, denuncias como la que tú realizaste no quedan impunes.

Me gustaría contarte que ni una mujer más ha tenido que abandonar su hogar, como lo hacías tú cuando tu agresor rompía en cólera, con todos nosotros avanzando delante de tu partida. Me gustaría contarte que las sentencias son justas, que los jueces no las siguen “interpretando”. Que al igual que tú, ninguna mujer tiene que convivir con su maltratador, que ninguna mujer, aunque haya roto la relación, tiene que vivir con el miedo de que en cualquier momento su agresor entre en casa. Que ningún hijo o hija tiene que permanecer alerta en sus sueños como lo hacíamos nosotros.

Aún recuerdo con angustia cómo, ante cualquier ruido, me levantaba con ese bate de béisbol que antaño sirvió para el juego, y que transformé en un arma de defensa. Con el número de la policía siempre a mano. Con la desazón de dejarte en muchos momentos sola porque tenía que trabajar. Tu angustia era la mía, cada mañana y cada noche.

Me encantaría decirte que todo ha cambiado. Que hay voluntad política, que las movilizaciones sociales son a una, y que todas las personas que trabajan para que se erradique la violencia hacia la mujer han conseguido avanzar. Ojalá decirte que hoy en día hijos e hijas de mujeres valientes como tú no somos los grandes olvidados de la barbarie.

Desearía contarte que nos protegen, que ya ningún niño ni niña llora en silencio su desgracia, acurrucados como lo hacía yo en la soledad gris y triste de su habitación. Que esos críos ya no son maltratados, mutilados psicológicamente, arrancados de sus hogares, asesinados en muchos casos…

Pero, mamá, eso no es así. Las víctimas, palabra que no me gusta porque somos supervivientes de la violencia -y tú lo sabes mejor que nadie-, siguen siendo las mismas. Siguen asesinando con impunidad; seguimos siendo, desgraciadamente, ciudadanas de segunda; y ley, hoy por hoy, no ha conseguido todo lo que debería.

Sabes que nuestras vidas, como hijos, nunca ha sido fácil. Presenciamos demasiadas peleas y agresiones; muchas de ellas, en carne propia. Sufrimos tanta hostilidad y desprecio de una persona que, se suponía, te quería, nos quería, pero que nos consideraba tan sólo objetos de su dominio, juguetes que manejaba a su antojo. Un ser destructor, autoritario, frío y agresivo en casa, pero gentil y agradable de puertas para afuera. Como decía tu padre, mi abuelo, un “candil de puerta ajena”. Alguien que no mostraba su verdadera faceta, alguien a quien desde bien pequeña no he tenido más que miedo, pavor y, aún sin saber muy bien por entonces su significado, desprecio.

Desprecio por todos esos malos gestos contigo y con nosotros, por esas agresiones que jamás nadie debe recibir de un padre o de un marido. Nuestra infancia se reduce a aquella que disfrutamos a ratos a tu lado, cuando él, a quien no considero padre, se alejaba. Esas temporadas en las que permanecía fuera varios meses, VIVÍAMOS, respirábamos, corríamos por las calles, sin el temor de que llegara. Disfrutábamos tanto… ¿verdad, mamá? De nuestra complicidad, de nuestras escapadas al centro de Granada. También recuerdo las visitas a tu madre, nuestra abuela, la que nos comía a besos y nos contaba historias; a la que veíamos y disfrutábamos tan poco… Un aislamiento impuesto que te separaba de todos aquellos a los que queríamos y que nos querían: tíos, abuelos, hermanos…

Te echo tanto de menos, mamá. Me haces tanta falta… En mis decisiones, en mi camino, en mi vida. Has sido y serás la mujer mas valiente y honesta que he conocido. Me has inculcado valores, y me has educado desde el respeto y el cariño. Has sido capaz de sacar adelante a tus 8 hijos, y has logrado que seamos hombres y mujeres de bien, como tú siempre has querido. Con el orgullo de un apellido, ORANTES, que significa todo.

Cuanto daría, mamá, por que siguieras aquí. Me imagino cuántas veces levantaste tu mirada hacia ese arco de Elvira que vio tu infancia y adolescencia pasar, cuántas veces te perdiste por las callejuelas de Granada. Cuántas veces bebiste en esa fuente que antaño calmaba la sed de los comerciantes que convivían en una calle ahora tan diferente… Cuántas te quedaste rendida, dormida cerca de la pequeña tienda que tu madre regentaba para sacaros a ti y a tus 5 hermanos adelante. Cuántas noches en vela perfilando las mantillas que lucen las mujeres en Semana Santa, cosiendo para poder llevar ese vestido de domingo que soñabas. Tan coqueta y femenina, tan llena de energía. Cuántas ilusiones acogería tu alma, cuántas añoranzas y risas derrochaste en esos tiempos en los que eras solo esa niña que crecía ajena a la desdicha y la sinrazón de su futuro. Cuánto daría por haberte librado de tanto sufrimiento.

A veces recorro la calle Elvira, donde naciste, y el barrio en el que te criaste, y cada vez lo disfruto más. Antes me inundaba la tristeza, pero ahora te imagino y me llenas el alma de tanto amor y tanta dicha de haberte tenido en mi vida que por un momento siento que estás aquí y sigues a mi lado. Mujer valiente donde las haya, mujer con principios. Ojalá estuvieras aquí para poder escribir ese libro que querías, porque como tú decías, tenías experiencias para hacerlo. Te extraño cada día, estás en mí y eso me consuela pero daría mi vida por otro último abrazo tuyo. Te echo de menos y siempre estás en mi pensamiento y en mi corazón. Hasta que nos volvamos a encontrar… Te quiero, mamá.

Fuente: SER. Granada  Revisado 8.1.18

La muerte anunciada de Andrea y su maltratador ‘El Peonza’ al embestir contra la gasolinera

ANDREA Y SU EX

Andrea y Víctor cuando eran pareja. Redes sociales

La joven, de 20 años, había presentado varias denuncias a su agresor, sobre el que pesaba una orden de alejamiento. Él se la saltó y la raptó cuando se disponía a acudir al trabajo, pese a que ella estaba bajo seguimiento de la Policía.

Era el día de su cumpleaños. Pese a ello, Andrea Carballo Claramonte se levantó para ir a trabajar al almacén de naranjas de su ciudad, Vila-real (Castellón), en el que se ganaba la vida. Era muy temprano por la mañana y todos los días seguía la misma rutina: despertarse, vestirse y salir a la esquina de su calle para esperar a una compañera que la llevaba en coche. Pero esta jornada era especial: era el viernes 22 de diciembre y Andrea soplaba las velas que acreditaban sus 20 primaveras.

Era el día de su cumpleaños. Por eso, Andrea decidió salir a tomar un café con un amigo. No era otro que el agente de Policía que le hacía seguimiento desde que se animara a denunciar a su expareja, Víctor Llorens Jordá (28) alias ‘El Peonza’, por violencia de género.

Era el día de su cumpleaños. Andrea, que había pasado por una mala etapa tras dejarlo con Víctor, estaba recuperando la alegría de vivir. “Era la niña más dulce del mundo”, se lamenta su madre. Aunque últimamente tanto ella como la Policía sentían que algo no iba como debería. Que su expareja le rondaba, pese a contar con una orden de alejamiento. Que podrían tener un encontronazo, como cuando intentó atropellarla dos semanas antes, el día 13 de diciembre.

Murió estrellada contra un surtidor

Lo que no podían pensar, ni Andrea ni la Policía, es que, aunque fuera la madrugada siguiente al día de su cumpleaños, es que Víctor fuera a ir a buscarla cuando ella se encontrara esperando a su amiga para ir a trabajar. Ni que la obligara a subirse a su Volskwagen rojo. Ni que, en unas circunstancias que aún se encuentran bajo investigación por parte de las autoridades competentes, Víctor estrellara el vehículo en una gasolinera en el término municipal de Benicàssim, situada en la N-340, en sentido hacia Barcelona. Ni que Víctor consiguiera así matarla, por fin. Eran las 6.45 de la mañana del día después de su cumpleaños.

COCHE EMPOTRADO ASESINATO ANDREA

Así quedó el coche tras la embestida. El Periódico Mediterráneo

Al principio todos pensaron que era un trágico suceso, un accidente vial que se había saldado con la muerte de dos jóvenes de Vila-real y de un perro que también viajaba en el coche. Pero, rápidamente, la familia de Andrea habló. “No es un accidente, es un secuestro y asesinato”, clama su madre, Inma.

Víctor conocía la rutina de Andrea. Cuando empezaron a salir, ella tenía 17 años e incluso llegaron a convivir en un piso que alquilaba él. Pero Andrea, después de dos años de violencia, se armó de valor y decidió dejarle. Volvió a casa. Le denunció en varias ocasiones.

“[Que sea un accidente es] mentira. Hace apenas dos meses tuve la peor noticia que se le puede tener una madre, o eso pensaba yo… A su niña la habían estado maltratando durante más de dos años. Lo denunciamos, nos convencieron en el 016 y la policía [sic]. Y, a pesar de todo, lo dejaron libre con una orden de alejamiento de 200 metros. Pero el hijo de puta no dejaba de molestar. Pusimos dos denuncias más. Me reventó dos veces las ruedas del coche. Me forzó la cerradura…Era su cumple, cumplía 20 años y empezaba a ser feliz. Esa tarde se fue con su policía a tomarse un café y yo a la fiesta del cole de mi niño pequeño. Por la noche le dijeron [la Policía] que iban a estar patrullando la zona, pero mi niña se levantó para ir a trabajar y me la quitó. La cogió por la fuerza y me la mató. Empotró el coche a posta el muy cabrón”, trata de desquitarse la progenitora en un mensaje en la red social Facebook.

La Policía Nacional de Vila-real se encarga de la investigación en su posible vertiente de violencia machista, mientras que la Guardia Civil de Tráfico trata de esclarecer de qué modo se produjo el accidente. Las hipótesis son dos: una colisión intencionada por parte del joven, que iba al volante, o bien una pérdida de control del vehículo derivada de un posible forcejeo o disputa.

«La secuestró a base de hostias»

“Aún hay gente que lo quiere tapar. Víctor es un asesino. Tenía órdenes de alejamiento, la acosaba en el lugar donde trabajaba. La secuestró a base de hostias, era muy valiente. Y como cobarde que era estampó el coche contra la gasolinera, sin frenazo, sin nada. Por desgracia puedo dar fe de ello”, cuenta a la reportera el tío de Andrea, Jose. “La niña fue bien atendida por la Policía. Pero esa mañana no había nadie pendiente”.

La familia está consternada. “Nos ha matado”, se sincera Jose. Ambos jóvenes eran muy conocidos en Vila-real. Él, que también tenía denuncias por violencia de género de una relación previa, provenía de una familia de pasteleros “de toda la vida”. A ella, una chica alegre y divertida, le gustaba salir y pasarlo bien. Se la conocía en distintos ambientes.

Los habitantes de esta ciudad castellonense no hablan de otra cosa. La noticia la conoce todo el mundo, sean jóvenes o mayores. Y no paran de sucederse homenajes a Andrea en redes sociales. Nadie duda, según ha podido comprobar este periódico, de la hipótesis machista: que él se suicidara para poder matarla. Aunque, de momento, no hay certezas.

Maricica, la víctima número 50

El 1 de diciembre también fallecía en la Comunidad Valenciana otra víctima de violencia de género. Era Maricica G., una mujer de origen rumano de 53 años que vivía en Guadassuar (Valencia). Maricica, que se dedicaba a cuidar de ancianos, murió de un infarto causado tras recibir una paliza de su pareja, con el que convivía en el Carrer Nou de Guadassuar.

Un vecino de Maricica escuchó los gritos que profería la mujer a causa de los golpes que le propinaba su agresor, también de nacionalidad rumana y de 40 años. El vecino fue quien avisó a las autoridades. Al llegar la Guardia Civil al domicilio la mujer estaba consciente y, en un primer momento, rechazó la asistencia sanitaria y ser trasladada al hospital. No obstante, la insistencia de los agentes logró que la mujer subiera a la ambulancia y fuera trasladada al Hospital de la Ribera. Falleció en el camino.

La autopsia determinó que Maricica G. murió a causa de un paro cardiorespiratorio.

Maricica, 53 años, y Andrea Carballo Claramonte, 20 años, son la quincuagésimo y quincuagésimo primera mujer asesinada por un hombre desde que comenzó el año. En España, en 2017, también han sido asesinadas Jessica Bravo Cutillas, 27 años; María del Pilar Rodríguez Ortellado, de 38 años; María Sánchez Coca, de 66 años; Ana Belén Jiménez Hurtado, de 44 años; Noelia Noemí Godoy Benítez, de 32 años; Rosa María Sánchez Pagán, de 20 años; Matilde de Castro, de 44 años; una mujer de 25 años cuyo nombre se desconoce; Blanca Esther Marqués, de 48; Toñi García Abad, de 33 años; María de los Ángeles, de 77 años; Virginia Ferradás, de 55 años; Cristina Martín Tesorero, de 38 años; Ana Belén y Ana, madre e hija de 46 y 18 años; Carmen González Ropero, de 79 años; J.D.L.M., de 40 años (solo se conocen las iniciales); Laura Nieto Navajas, de 26 años; María José Mateo García, de 51 años; Leidy Yuliana Díaz Alvarado, de 34 años; Margaret Stenning, de 79; una mujer de 91 años cuyo nombre se desconoce; Mariló Correa Pérez, de 47 años; Gloria Amparo Vásquez, de 48 años; Erika Lorena Bonilla Almendárez, de 32 años; Yurena López Henríquez, de 23 años; María Victoria Zanardi Maffiotte, de 44; Ana María Rosado, de 42 años; Andra Violeta Nitu, de 24 años; Raquel López, de 45; María del Rosario Luna, de 39 años; Eliana González Ortiz, de 27 años; Ana Hilda Linares Báez, de 55 años; Susana Galindo Moreno, de 55 años; Beatriz Ros García, de 30 años; Valentina Chirac, de 37; Encarnación Barrero Marín, de 39; Encarnación García Machado, de 57 años; Fadwa Talssi, de 29; Donna Cowley, de 47 años; Maria del Carmen Carricondo Reche, de 66; María Raquel Castaño Urbán, de 63 años; Ana Belén García Pérez, de 38; Marisela Arauz, de 48 años; Irina G., de 38; Catalina Méndez García, de 48 años; Felicidad Bruhn, de 25 años; Katharina, de 35; así como Lilibet Hernández Rodríguez, de 27 años.

En total, la serie ‘La vida de las víctimas’ contabiliza 51 mujeres asesinadas. EL ESPAÑOL está relatando la vida de cada una de estas víctimas de un problema sistémico que entre 2003 y 2016 ya cuenta con 872 asesinadas por sus parejas o exparejas

Fuente: Marta Espartero. El Español. Revisado 27-12-17

Violencia sexual en España: más agresiones, menos recursos

31,7 millones para prevenir la violencia de género en los Presupuestos Generales del Estado de 2017, frente a 152 en material de oficina.

Madrid, 28 noviembre 2017. La violencia de género es un asunto de Estado, repiten una y otra vez quienes nos gobiernan. Pero a la hora de dedicar recursos a luchar contra ella, resulta que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) invierten más en folios y bolígrafos que en prevenirla. En concreto, 152 millones de euros en material de oficina frente a los 31,7 anunciados por la ministra Dolores Montserrat en mayo de este año, muy alejados de los 120 que reclamaban las organizaciones feministas.

 datos violencia sexual

La transferencia adicional de 2,7 millones de euros a las comunidades autónomas para asistencia a víctimas de violencia de género anunciada el pasado mes de octubre supone menos de lo que se gasta sólo el Ministerio de Fomento en seguridad privada cada año y poco más del doble de lo que cuesta subvencionar la cafetería del Parlamento (950.000€).

En el segundo trimestre de año 2017, un total de 40.366 mujeres aparecen como víctimas de violencia de género, lo que supone un incremento porcentual del 20,7% en la variación interanual, ya que en el segundo trimestre de 2016 las mujeres víctimas de violencia de género fueron 33.440.

En un país en el que cada semana se registra al menos el asesinato de una mujer a manos de su pareja o ex pareja y cerca de 1.000 han muerto a manos de sus parejas o exparejas en los últimos 15 años, las comparaciones presupuestarias resultan especialmente dolorosas y reflejan el escaso interés político real por erradicar la violencia machista.

Violencia sexual: aumentan las agresiones, pero no los recursos

Dentro de la violencia de género, un capítulo aparte merece la violencia sexual. Con el caso de la presunta violación en grupo a una joven en Pamplona, cuyo juicio se está celebrando estos días, el problema ha reaparecido en el debate público. Pero víctimas como la de “La Manada” se cuentan por miles: 7.240 mujeres fueron víctimas de delitos contra la libertad sexual en España en 2016, 417 más que el año anterior, según los datos del Ministerio del Interior. Y esta cifra sólo se refiere a las agresiones denunciadas, que se estima que suponen apenas un 10% de las totales. Esta falta de datos contribuye a ocultar aún más el problema.

Frente a este aumento de las cifras en los dos últimos años, la respuesta gubernamental no está a la altura: sólo 9 de las 17 comunidades autónomas españolas disponen de recursos públicos para víctimas de violencia sexual de género (Andalucía, Madrid, Extremadura, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña y Valencia). Y no hay un solo centro público de emergencias (24h/7días) especializado en situaciones de violencia sexual de carácter estatal. En algunas de las regiones los servicios no están garantizados, sino que son iniciativas privadas dependientes de subvenciones públicas. Esta situación genera desigualdad territorial y no garantiza estándares mínimos en todo el Estado.

Además, la violencia sexual está excluida de la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Esta situación deja a las supervivientes o potenciales víctimas en una situación de desprotección e indefensión jurídica. A esto se añade que el abordaje de las violencias sexuales no suele tener en cuenta a los grupos más vulnerables y sus especiales necesidades: niñas, jóvenes, mujeres transexuales, mujeres mayores, migrantes –en especial aquellas en situación administrativa irregular–, empleadas de hogar, mujeres con discapacidad, con problemas de drogodependencias o las que han perdido su hogar.

Violencia sexual en Europa

La violencia sexual es una de las manifestaciones de la violencia de género más extendida e invisible y afecta a las mujeres a lo largo de todo su ciclo vital, tanto en el espacio público como en sus relaciones íntimas: 1 de cada 3 mujeres han vivido situaciones de violencia física y sexual en todas las regiones del mundo, incluida Europa Occidental. 3,7 millones de mujeres en la Unión Europea han experimentado alguna forma de violencia sexual (datos de Agencia Europea de Derechos Fundamentales, 2014).

El Convenio del Consejo de Europa sobre Prevención y Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres y la Violencia Doméstica, conocido como Convenio de Estambul, exhorta a los Estados parte a establecer medidas para la prevención, protección y reparación de las mujeres, niños y niñas víctimas de violencia sexual, así como a la persecución de dicha violencia. Aunque está vigente en España desde el 1 de agosto del 2014 y es de obligatorio cumplimiento, se desconocen las medidas que se están llevando a cabo para su implementación.

Las diez organizaciones firmantes de este comunicado piden:
• La incorporación de la violencia sexual en la legislación actual y futura sobre violencia de género, respondiendo al art 36 del Convenio de Estambul, vinculante para los Estados que lo han ratificado como es el caso del Estado Español
• responder a la recomendación general 19 del Comité CEDAW respecto a la atención a la trata, explotación sexual y turismo sexual
• que la educación sexual esté presente en el currículum escolar de todos centros educativos como una herramienta preventiva imprescindible de la violencia sexual
• formar adecuadamente en estas materias a los ámbitos jurídico, policial, social y sanitario
• dotación económica necesaria para la lucha integral contra la violencia hacia las mujeres, acorde con la dimensión del problema.

Las organizaciones firmantes, con una amplia y rigurosa trayectoria en la defensa de los derechos humanos y la lucha contra las violencias machistas, son: Médicos del Mundo, Alianza por la Solidaridad, Asociación de Investigación y Especialización sobre Temas Iberoamericanos (AIETI), Creación Positiva, Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE), Fórum de Política Feminista, Fundación para la Convivencia Aspacia, Haurralde Fundazioa, Red de Mujeres de América Latina y Caribe (Red Latinas).

Fuente: Amecopress. Revisado 4-12-17

Violencia de género Un 27% de los jóvenes cree que la violencia machista es «normal» en la pareja

Queremos compartir nuestra preocupación por este nuevo estudio que muestra como parte de la gente joven sigue sin reconocer la violencia en la pareja:

Violencia de género Un 27% de los jóvenes cree que la violencia machista es «normal» en la pareja

Además, el 21% considera que es un tema politizado y que se «exagera». Estas opiniones se dan a pesar de las cifras récord de mujeres asesinadas durante 2017. 44 mujeres han sido asesinadas por violencia machista en lo que va de año.

El mayor acuerdo entre los jóvenes sobre la violencia machista es que es 'un problema social muy grave' / EUROPA PRESS

El mayor acuerdo entre los jóvenes sobre la violencia machista es que es «un problema social muy grave» / EUROPA PRESS

El 27,4% de los jóvenes de entre 15 y 29 años cree que la violencia machista es «una conducta normal» en el seno de una pareja, y el 31,5 % cree que es un problema que aumenta progresivamente por culpa de la población inmigrante.

Por su parte, el 21,2% considera que la violencia machista es un tema politizado que se exagera y casi un 7% cree que es un problema inevitable ya que, aunque esté mal, siempre ha existido. Estas opiniones se dan a pesar de las cifras tan altas de mujeres asesinadas en España durante 2017, ya que son 44 las asesinadas por violencia machista en lo que va de año.

Son dos de las conclusiones extraídas del Barómetro 2017 del ProyectoScopio, elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, tras entrevistar a 1.247 jóvenes de 15 a 29 años el pasado mes de abril.

El 31% cree que es un problema que aumenta por culpa de la inmigración

El Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud ha explicado mediante un comunicado que este tipo de opiniones sobre la violencia machista es superior entre los varones y en los niveles de estudios inferiores.

Solo existe un mayor acuerdo con ellas cuando se dice que «es un problema social muy grave», una afirmación en la que se muestran de acuerdo el 87 % del total de la población joven encuestada.

Discriminación y desigualdad de oportunidades

Tres de cada cuatro jóvenes sí reconocen creer que las oportunidades de las mujeres en cuanto a salarios o en el acceso a puestos de responsabilidad en las empresas son mucho peores que las oportunidades de los hombres.

Así, más de la mitad consideran mucho o algo peores las oportunidades de las mujeres con respecto encontrar un trabajo (62,4 %); en cuanto a la posibilidad de compaginar vida laboral y familiar (57,4 %); en el acceso a puestos de responsabilidad en la vida política (61,9 %); o para ganar dinero (59,3 %).

Otros factores de exclusión además del género

Otras preguntas del barómetro se referían a la discriminación y, en general, los jóvenes piensan que hay factores de exclusión por encima del género. Por ejemplo, un 47,9 % reconoce la identidad y la orientación sexuales como motivo de discriminación; un 45,1 % apunta al origen étnico o racial; un 38 % al aspecto físico y el 29,3 % señala la nacionalidad.

Asimismo, el 23,7 % de la población juvenil percibe que existe discriminación por razones de género, por encima de motivos religiosos, intelectuales, económicos, de edad o ideológicos.

Fuente:publico.es (http://www.publico.es/sociedad/violencia-genero-27-jovenes-cree-violencia-machista-normal-pareja.html) Revisado 14-11-17

Alicia

La historia de Alicia es similar a la de otras muchas jóvenes. ¿Es este tu caso? Te invitamos a leer este artículo:

Pareja mira al horizonte frente al mar.

Alicia* tiene 17 años y no sabe en qué momento se torció todo. Empezó a salir con su novio hace dos, pero en algún momento que no sabe calcular empezaron a discutir cada vez más. A veces esas discusiones se les iban de las manos, y acababan en gritos y empujones. Y a veces en más cosas.

Alicia, a sus amigas, les dice lo que ella cree: que los dos se quieren muchísimo, pero a veces parecen incompatibles. Pero que se quieren, sí, es obvio: para perdonarse mutuamente cada grito, cada empujón, hace falta mucho amor y muchas ganas de que la relación salga bien. ¿Si no hubiera amor ni pasión, por qué iban a estar intentándolo una vez y otra vez?

Alicia piensa que a veces la culpa la tiene él, pero otras no, porque la verdad es que ella tiene también mucha tela que cortar. Alicia sabe perfectamente qué cosas cabrean a su novio y, aun así, las hace. No sabe por qué, no lo admite en voz alta, pero sabe que las hace aunque vayan a suponer una bronca. ¿Por qué? Ojalá lo supiera, sólo sabe que no hacerlas es como dejar dentro de su estómago una bola de fuego: no puede evitar acabar enfadando a su novio casi con premeditación.

Alicia tiene 17 años y piensa que, si no es capaz de dejar de enfadar a su chico, luego no puede quejarse cuando las peleas se les van de la manos. Porque se les va a los dos: a él y a ella. Son agresivos, quién sabe si por pura pasión.

Alicia, muchas veces, acaba volviendo a casa de noche, desde cualquier lado donde él la haya querido dejar tirada con la moto. Alicia tiene 17 años y no sabe muchas cosas, pero sí intuye algunas, como que ella jamás tendría corazón para hacerle lo mismo a él. Y si un día lo dejara abandonado en cualquier arcén, sabe que volvería a por él. Porque pasa miedo volviendo a casa de noche, a veces desde muy lejos, y conociendo ese miedo, ella no podría soportar que él lo sufriera.

Alicia tiene 17 años pero, una tarde que se volvió noche, lloró como un niña durante las dos horas que tardó en llegar a casa. Y en aquella ocasión, su madre la interrogó por la hinchazón de sus ojos. Alicia está más dolida que otras veces, y cuenta la verdad: que su novio la ha dejado a dos horas de su casa. Alicia recibe como un puñal la frase de sus padres: “¿Y por qué no llamaste para que te recogiéramos? ¿Y si te hubiera pasado algo?” Y como Alicia sigue llorando, sus padres la animan con un “mujer, con los años los hombres se va tranquilizando”. Su madre recuerda frente a ella lo mucho que hacía el loco su padre cuando era sólo un chaval. “Y mira ahora”, le dice. Alicia mira a su padre: ahora es un señor que no necesita gritar para que se haga lo que él quiera. Ahora es un señor que baja al bar a beber mientras le crían a los hijos y a las hijas: ya no se va de putas. Ahora es un tipo que no sabe dónde se guarda el cubo de la fregona, pero sí sabe cuando hay una mancha en el suelo, porque la señala para que sea eliminada.

Alicia tiene 17 años, y aunque su entorno normaliza su relación, ella siente que algo anda mal, que su novio y ella tienen un problema mayor. Alicia cree que quizás deba contar un poco más de verdad: que se pegan. Y hacerlo recalcando que es mutuo, para que nadie piense lo que no es, que hay que tener mucho cuidado porque sería un insulto para las mujeres maltratadas que ella frivolizara sobre esto: tiene que ser precisa, porque ella también le ha pegado a él. Es la verdad.

Alicia tiene 17 años, y la primera paliza en la que cree que no va a llegar a los 18 está tan asustada que huye y llama a su tía. No llama a su madre, ni a su padre, ni a sus amigas. No. Llama a su tía y ni siquiera sabe por qué. La ha escuchado mil veces hablar sobre los hombres, y siempre piensa de ella que era una exagerada, que los odia. Y sin embargo ese día, Alicia la llama a ella. A la tía exagerada que probablemente sólo estaba despechada.

Alicia se hace un ovillo en la cama de su tía, mientras ésta le asegura que no es responsable de nada. Que tienen que ir a denunciar a su novio, que tiene que verla un médico. Alicia se niega, ¿acaso ella no lo ha hecho enfadar mil veces con cosas que sabía que estaban mal? ¿Acaso no ponía fotos en Facebook en bikini? ¿No sabía quizás que eso lo cabreaba y aun así las colgaba? ¿Acaso no bromeaba con los amigos de él a pesar de que le había pedido que no lo hiciera? ¿Acaso cuando él le cruzaba la cara ella no se lo devolvía? ¿Cómo podía devolverle las hostias y luego quejarse porque él fuera más fuerte que ella y le ganara todas las peleas? Ella no era ninguna santa, por lo tanto, no era víctima de nada.

Alicia tiene 17 años y sigue pensando que si ella no lo provocara, nada de esto estaría pasando: ni las peleas, ni los golpes, ni los llantos, ni el ovillo en casa de su tía.

Y sin embargo al día siguiente sólo piensa en verle, en hacer las paces, en saber que él está bien, en no dejar ni tiempo ni espacio para que sufran la distancia. Porque se quieren, por encima de todo, se quieren más que a nada.

Alicia tiene 17 años y piensa que ha traicionado a su novio al contárselo a su tía. ¡A su tía! Esa que piensa que cualquier cosa es maltrato. La que ahora piensa que su sobrina es una víctima de violencia de género cuando lo que es es una sinvergüenza que podría haber evitado desde el minuto uno todo este lío.

Alicia tiene 17 años y sólo quiere deshacer las últimas 24 horas, que no quede registro de que lloró, que nadie sepa que sufrió, que su tía olvide todo lo que le contó. Porque las cosas de pareja las soluciona la pareja, y ella se ha comportado como una niñata.

Pero él en el fondo es tan bueno, la quiere tanto… que aún así la perdona, va a buscarla con la moto, la abraza, le dice que la quiere, y que por favor no lo haga ponerse así nunca más. Y ella acepta, agradecida por la enésima oportunidad que él le brinda. Por perdonar la traición, por quererla a pesar de ser una inestable, una chica que lo mismo ríe que llora, que lo mismo lo provoca que se hace la víctima cuando le gana las peleas. Una chica tóxica como ella, con tantos cambios de humor y tan perdida en la vida debería estar dando gracias cada día porque haya alguien en el mundo que la quiera a pesar de todo.

Porque, tal y como él le dice cada día, “Ali, porque has dado conmigo, que soy tonto y te quiero, pero el día que yo me harte no va a venir ningún tonto más a aguantarte». Alicia no puede perderlo, porque quedarse sin él es quedarse sin nadie y sin nada.

*Si hay algo en este artículo con lo que te sientes identificada, llama al 016: pueden orientarte y sacarte de dudas.

Fuente: eldiario.es (http://www.eldiario.es/zonacritica/barbijaputa-alicia_6_706289386.html) Revisado 14-11-17

LA IGUALDAD ECONÓMICA DE GÉNERO NO SE ALCANZARÁ HASTA EL AÑO 2234

Otra noticia que nos cuestiona pero también nos obliga a continuar con nuestra lucha a favor de la igualdad:

igualdadLa igualdad económica de género no se alcanzará hasta el año 2234

El Informe 2017 del Foro Económico Mundial alerta que el progreso para lograr la paridad ha empeorado.

Madrid. 02 de noviembre. 17. AmecoPress. Dado el continuo crecimiento de la brecha económica de género, esta no se fulminará hasta dentro de 217 años. Así lo expone el informe del Foro Económico Mundial, que recoge los datos sobre el estado actual de la brecha de género a nivel global.

Entre los hallazgos clave del Informe 2017, se encuentra que la esfera económica y la de salud, forman parte de las brechas de género más desafiantes. Además, la brecha de género en materia de salud es mayor de lo que era en 2006.

Recoge, a su vez, que el progreso para lograr la paridad se ha estancado, por lo que prevee que se tardará cien años en lograr que hombres y mujeres tengan igualdad económica y laboral, la misma participación política, acceso a la educación y a la salud.

Sin embargo, la brecha de género en educación, podría reducirse a la paridad en los próximos 13 años. Por otro lado, la dimensión política tiene actualmente la mayor brecha de género y también es la que muestra el mayor progreso. A pesar de una desaceleración en el progreso este año, esta brecha podría acabar dentro de 99 años.

El informe nos da los datos de los países con mayor y menor igualdad entre sexos. 
0=desigualdad total, 1=paridad total.

Más igualitarios

1. Islandia 0,88
2. Noruega 0,83
3. Finlandia 0,82
4. Ruanda 0,82
5. Suecia 0,82
6. Nicaragua 0,81
7. Eslovenia 0,81
8. Irlanda 0,79
9. Nueva Zelanda 0,79
10. Filipinas 0,79

24. España 0,75


Menos igualitarios

135. Jordania 0,6
136. Marruecos 0,6
137. Líbano 0,6
138. Arabia Saudí 0,58
139. Mali 0,58
140. Irán 0,58 
141. Chad 0,57
142. Siria 0,57
143. Pakistán 0,55
144. Yemen 0,52

Fotos Archivo AmecoPress tomadas de El Foro Económico Mundial

Fuente: Amecopress (http://amecopress.net/spip.php?article16627) revisada el 08-11-2017